El pasado fin de semana se estrenó en las salas de cine de todo el país la comedia mexicana “Solteras”, segundo largometraje del cineasta Luis Javier Henaine (“Tiempos Felices”).
Debo confesar que acudí a verla con muchas reservas de por medio puesto que su ópera prima, “Tiempos Felices”, como pocas veces me pasa hasta con las peores películas que me toca reseñar, no acabé de verla y ni siquiera pude aguantar sus primeros minutos. Dicho esto, con la primera secuencia de “Solteras” temí que mi resistencia estuviera plenamente justificada porque nos presenta a la protagonista de la historia, Ana (Cassandra Ciangherotti) recriminando en medio de una ceremonia nupcial a su novio de 10 años, Gabriel (Pablo Cruz), que es fecha que no le ha dado el anillo, que mejor debían terminar ahí mismo y al responderle para su sorpresa el susodicho que si es su deseo ahí mismo terminan al alejarse por el centro de la iglesia Ana se le cuelga de sus piernas pidiéndole que no la deje.
Esa sola situación, así vista y contada, parecía anticipar una decepción parecida a la de “Tiempos Felices”, pero decidí darle el beneficio de la duda a Henaine por una secuencia más y las cosas comenzaron a cambiar a partir de que conocemos primero a la familia de Ana en el aniversario de bodas número 35 de sus padres Mari (Mar Carrera) y Leonardo Daniel (Héctor) y después a otras chicas desesperadas por casarse como ella dentro de un curso intensivo de 30 días para lograr dicho objetivo luego de comprobar en el mismo festejo de sus padres que una prima que parecía destinada a “vestir santos” anuncia ahí mismo su compromiso para casarse después de haber tomado dicho curso.
Ya entrados en los cursos, el personaje de Ana comienza a crecer cobijada por un cuadro de actrices muy sólido que encabeza Gabriela de la Garza(“Capadocia”; “Cantinflas”) como Lucila, quien imparte el curso, así como Sophie Alexander, Irán Castillo, Flor Edwarda Gurrola y Mariana Cabrera, como el resto de las “solteras desesperadas” del título que junto a Ana se embarcarán en la búsqueda del hombre ideal en medio de una serie de situaciones tan bien armadas que resultan en una satisfactoria comedia.
Con “Solteras”, por tanto, se demuestra que no todas las óperas primas tienen que ser grandes películas para garantizar el nacimiento de un cineasta sin tropezones sino todo lo contrario: que como sabiamente lo ha dicho un cineasta plenamente reconocido y premiado como Alfonso Cuarón, hacer una película lo hace a uno aprender a hacer mejor la que sigue, y ese parece ser el caso de Luis Javier Henaine, quien logra en particular con la actuación protagónica de Cassandra Ciangherotti otro más de sus trabajos (“Las Horas Contigo”; “Las Niñas Bien”) que la consolidan como una de las mejores actrices jóvenes de nuestra cinematografía, y quien curiosamente hablando de primeras películas hiciera sus pininos bajo la dirección de Gerardo Tort filmando en Saltillo incluso “Viaje Redondo” en el 2008.
“Solteras” garantiza casi un par de horas de diversión pero también de reflexión con una temática que en todo México, e inevitablemente en Saltillo, muchas podrían identificarse.
Por @AlfredoGalindo